Ver a Alanah Rae en una escena como esta es quedar hipnotizado por un momento por ese enorme par de cosas que lleva delante. Quien no quisiera tener ese par de tetas sobre uno en la noche de bodas. Pero cuidado... no te vallas a dormir porque alguien te puede venir a echar la mano.
viernes, 28 de enero de 2011
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